lunes, 23 de mayo de 2011

El país de Homer Simpson


“Mírame soy un hombre mágico del país feliz de la casa de gominola de la calle de la piruleta. Por cierto pretendía ser sarcástico” Homer Simpson.
Justo cuando pretendía dar mi versión crítica y un poco dura de lo que ha pasado este fin de semana, recibo una llamada de mi primo Vicente, el mayor ideólogo utópico pero a su vez mágico que conozco, para decirme que se desvinculaba del movimiento 15-M, ( después de las múltiples disputas telefónicas que habíamos tenido ), por haberse perdido el espíritu que le llevó allí. Reconozco el shock que me ha producido, pese a lo crítico que he sido estos días, por tanto evitaré en la medida de lo posible ser demasiado duro.
Bajo mi humilde opinión, este movimiento ha permitido dar un aviso a políticos y resto de mandamás. Al pueblo no le pilla tan lejos las calles, no le resulta tan cómodo el sofa y no es tan perezoso como parece. No vale todo, se acabó el conformismo. Quien no está en contra de la crisis, de la precariedad de los trabajos, del agobio hipotecario que sufrimos... Sin embargo, dirigimos nuestras miradas hacia falsos héroes.
Yo no me he pasado ni un sólo día por Sol, y sin embargo, no considero que no haya hecho nada por la Democracia; si, si que lo he hecho, he ido a votar. Y después de todo lo pasado me he dado cuenta que efectivamente NO hay democracia. Mientras hemos idolatrado un bonito espíritu, nos hemos olvidado de lo realmente importante, de los verdaderos héroes, de la verdadera causa de lucha: libertad de opinión.
Mientras unos gritaban en las calles, yo leía como ediles de los partidos democráticos del país vasco sufrían, ( sufren y todo apunta a que sufrirán ), persecuciones y amenazas. Esos son los verdaderos héroes por los que a mi me merece la pena salir a la calle. Por aquellos que sacrifican su vida, su trabajo y su familia por defender sus ideas, ( nuestras ideas ), aquellos que desde el anonimato eluden atentados, extorsiones y maltratos por defender su forma de pensar. Pero ese grito no lo he escuchado estos días.
No salgo de mi perplejidad al ver el alto apoyo que ha obtenido Bildu de forma democrática. No se puede dudar de la limpieza y justicia del resultado, pero debido a la realidad vigente que se vive allí tengo una profunda preocupación, justo cuando luchamos por la “democracia”. Mi perturbación creció aún más al recibir dos inquietantes mensajes de dos familiares que viven en sus carnes esa realidad, “estoy acojonado”, “y ahora que va a pasar?”.
Me pregunto yo, de que sirven todas nuestras reivindicaciones, movimientos y propuestas si no podemos expresar nuestra ideología, si en algunos sitios no tienen los básico de esa “democracia”: libertad para opinar y hacerlo sin miedo a la persecución. Tendrá razón Homer Simpson, en que vivimos en el país de la piruleta??
Mucho ánimo a mis familiares vascos que desde el anonimato pretenden un futuro sin miedos y en libertad

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